Para ser un buen lector, no basta con leer textos y más textos. Es necesario aprender a cuestionar el discurso y a obtener información de él. Los siguientes ejercicios están diseñados para que niños, en la etapa primaria, desarrollen su comprensión lectora.
Hay tres niveles en la comprensión lectora: primero cuando somos capaces de identificar los elementos centrales del texto de manera literal; segundo, cuando podemos interpretar lo que hemos leído; y tercero, cuando a partir de la lectura podemos dar nuestra opinión personal o emitir juicios.
Una lectura que se comprende, se analiza y de la cual surge un punto de vista tendrá posibilidades de quedarse en la memoria a largo plazo. Y una vez ahí, se le puede relacionar con otras fuentes de información y llegar a conocimientos nuevos.
Cada uno de los bloques engloba una temática y va aumentando en complejidad. De esta manera, el lector –según sus intereses– elegirá por cuál cuadro comenzar y avanzará dependiendo de su habilidad para comprender el texto.
Leer significa reconocer las letras como palabras y como frases y ser capaz de enunciarlas. Aunque leer no significa necesariamente comprender. La comprensión de una lectura solo se puede dar si el lector conoce, en primera instancia, el significado de la mayoría de las palabras. Así, tenemos que en el proceso de lectura intervienen dos integrantes: el texto y el lector.
Comprender va más allá de leer; es el proceso mental mediante el cual se asimila lo leído, se piensa, se razona y se otorga un significado. Este proceso implica el reconocimiento de información previa que se actualiza con la nueva.
Cada lector comprenderá el texto escrito dependiendo de su capacidad para entender y darle significado a las ideas relevantes, de asimilar, analizar e interpretar el mensaje escrito y de relacionar el contenido del texto con los conocimientos previos que cada uno posee, de la habilidad y de la práctica que cada uno tiene leyendo textos.
Factores que desempeñan un papel importante en la comprensión lectora:
Para que un niño pueda obtener raíces cuadradas en su curso de matemáticas, debe saber multiplicar y conocer las ecuaciones básicas. De la misma manera, para que un niño pueda comprender determinados textos, primero debe tener en su memoria, en su archivo mental, los esquemas que le permitan explicar un texto nuevo.
Con cada nueva lectura, estos esquemas se actualizan y se amplían. Un niño que ha leído un número suficiente de cuentos con estructura clásica, podrá deducir con facilidad el desenlace de un cuento más, sabrá que el personaje principal saldrá victorioso y que el antagonista recibirá su castigo.
El buen lector no nace, sino se hace. Con esto queremos decir, que la lectura no es inherente al ser humano, sino que requiere de un proceso de aprendizaje y de práctica. Para llegar a ser buenos lectores, los niños deben ejercitarse en la lectura(se abre en una ventana nueva).
Los ejercicios que encontrarás a continuación tienen como finalidad que los niños aprendan a cuestionar el texto y a buscar respuestas en él. Por otro lado, en ellos encontrarás datos de cultura general para que su horizonte se amplíe y sean capaces de relacionar diversos conocimientos.
Solo leyendo, los niños se vuelven buenos lectores; por un lado, porque adquieren la habilidad de cuestionar al texto, y por otro, porque se forman un bagaje cultural que les permitirá relacionar la información que reciben con la que ya cuentan.
Un niño que conoce los cuentos clásicos y reflexiona sobre ellos, será capaz de reconocerlos en las múltiples reinterpretaciones que se siguen haciendo. Los cuentos que nacieron de la oralidad y fueron retomados por escritores del pasado, siguen teniendo vigencia en nuestra actualidad, porque siguen siendo fuente de reflexiones. Por eso, creemos importante que los niños desarrollen su comprensión lectora a la vez que conocen los cuentos clásicos que siguen en boca de todos.
Los clásicos son historias que se cuentan una y otra vez, de una y de otra manera, con un final o con otro, y que siguen existiendo porque han pasado de voz en voz, de libro en libro. Las abuelas se las contaron a sus nietos; a su vez, ellas de pequeñas las escucharon de sus abuelas; y estas abuelas las escucharon de sus abuelas o de un libro o de un cuentista o de qué sé yo. Lo que queremos decir es que un cuento clásico atraviesa todas las épocas y no se pierde ni se olvida en el camino porque a los niños le sigue gustando, porque quisieran ser como alguno de los personajes, estos seres imaginarios que aparecen en la historia, o porque les ayudan a entender el mundo en el que vivimos.
Ahora responde:
Nadie sabe su nombre, solo sabemos que era una niña que vivía cerca de un bosque un poco frío. Esto lo intuimos porque siempre se cubría con una caperuza, que es una especie de capa con gorro. Suponemos que esta niña era linda o así nos gusta imaginarla.
Esta niña, además de bonita, era una hija responsable y de buenos sentimientos. Vivía con su madre y, de tanto en tanto, su abuela las visitaba. Un día, su abuela enfermó. Quizá le dio una de esas gripas que hacen que no podamos salir de la cama. La madre de Caperucita Roja, preocupada por la abuela, le preparó una ricas galletas de jengibre. También pudo haberle preparado un caldito de pollo con verdura. Eso no lo sabemos. Pero como la madre tenía mucho trabajo que hacer, le pidió a Caperucita que llevara la canasta con comida a su abuela.
“Vete por el pueblo, aunque sea más largo el camino, y llévale este refrigerio a tu abuela”, dijo la madre a Caperucita, confiando en ella. A punto de tomar la senda indicada, se le hizo fácil optar por la vía corta: el bosque. Así fue que se adentró entre pinos y oyameles muy contenta por su decisión y con su cesta en la mano. A mitad del camino, salió a su encuentro un lobo, que le preguntó con demasiada amabilidad: “¿Adónde vas, querida?”
Confiando en el desconocido, la niña le contó con todo detalle adónde y con quién iba.
A ese lobo, que estaba muy hambriento, se le ocurrió que sería fácil comerse a una abuela desvalida; luego a la niña, de postre; y, para llenar ese último huequito, las viandas de las canasta. El lobo se despidió con la misma cordialidad y se apresuró a llegar a casa de la abuela. Entró a la casa, encontró a la abuela y de un bocado...
¿Qué prefieres: el final feliz que escribieron los hermanos Grimm o la versión de Charles Perrault en la que el lobo satisface su hambre?
Ahora responde:
Había un vez un viejo molinero que al morir heredó a sus hijos aquello que poseía. El hijo mayor recibió como herencia el molino, el segundo hermano recibió el asno y al menor le tocó el gato.
Triste por su suerte, el más pequeño de los hijos se lamentaba de poseer tan solo un gato. En esas estaba, quejándose por su suerte, cuando escuchó que alguien le hablaba: “Oye, tú, deja de llorar, y mejor consígueme un par de buenas botas”. “Un gato que habla debe ser un gato astuto”, fue lo que pensó el joven, así que atendió la demanda del gato y fue en busca de las dichosas botas.
Mientras esperaba sus botas, el gato se puso a cazar conejos. Y una vez que tuvo puestas las botas que le consiguió el joven, le llevó los animales cazados al rey. “Estos conejos se los envía mi señor, el marqués de Carabás”, le dijo el gato a este rey. ¿Por qué dijo “marqués de Carabás”? Porque fue el primer nombre que se le ocurrió al gato. Cada día, el animal le llevaba las presas cazadas al rey en nombre del tal marqués de Carabás.
Un día, el gato se enteró que el rey iba a salir de paseo con su hija y urdió un plan. Le pidió a su amo que se metiera al río a nadar y que él haría el resto. Cuando la carroza del rey pasó cerca del río, el gato empezó a gritar: “¡El marqués de Carabás se ahoga! ¡Ayuda, ayuda!”
El rey, que escuchó al gato, pidió a sus guardias que lo salvaran. El animal se acercó al rey para contarle que mientras nadaba, unos ladrones se habían llevado la ropa del marqués. Al escuchar que se trataba del marqués de Carabás, aquel que le había mandado conejos y demás animales cazados, el rey, para agradecer los regalos, mandó que le trajeran finos trajes a este marqués. Con tales trajes, el hijo del molinero parecía todo un noble y la princesa al verlo así, se enamoró de él. El gato tramó un par de ocurrencias más para hacer parecer que su amo era muy rico. El rey cayó en su trampa y le dio la mano de su hija.
El hijo del molinero se casó con la princesa, fue muy feliz y nunca más volvió a ser pobre gracias a la astucia de este peculiar gato, que también vivió con todas comodidades el resto de sus vidas, porque los gatos tienen siete vidas.
Ahora responde:
Hace poco más de 80 años, a un músico llamado Serguéi Prokófiev le propusieron que compusiera una sinfonía para niños. Con música, este compositor ruso contó la historia de Pedro, un joven que vive con su abuelo en las montañas.
Los peligros de un bosque son muchos, por eso el abuelo no se cansaba de advertirle a su nieto que debía estar adentro de la casa. Pero Pedro era muy inquieto y le gustaba salir a jugar al estanque donde vivían un pato y un pajarito, que eran sus amigos. El día que su abuelo lo encontró fuera de casa, se enfureció y de inmediato lo metió a la casa.
Un día, Pedro se encontraba acompañado de su gato viendo a través de la ventana cómo el pato y el pajarito discutían en el estanque. De pronto vio cómo un lobo salía de entre los árboles, daba un brinco y en un segundo se engullía al pato. No contento con haberse comido al pato, el lobo intentaba atrapar al pajarito también.
Pedro, resuelto a salvarlo, fue por una cuerda, se subió al muro de barda y de ahí brincó a una rama cercana. Trepado en el árbol, ató la cuerda y preparó una trampa para el lobo. Una vez hecho el nudo, chifló al pajarito para que pasara por el centro del círculo de la cuerda. El ave entendió la señal e hizo lo indicado. El lobo lo siguió, pero cuando quiso cruzar por el aro, Pedro jaló la cuerda y lo enlazó. Así fue como este jovencito, atrapó al temible lobo del bosque.
Ahora responde:
Hace muchos años existió un grupo que no era ni de música ni de Bremen, pero que así se les llegó a conocer con el paso del tiempo. Los protagonistas de nuestra historia son un burro, un perro, un gato y un gallo. Cada uno de ellos, por muchos años sirvió a un dueño: el burro había cargado sacos de trigo, el perro ayudaba a cazar, el gato libraba de los ratones y el gallo había sido el despertador de cada mañana, pero después de tantos años de trabajo ya estaban cansados; además, sus amos querían deshacerse de ellos.
El burro fue el primero en abandonar su casa. Tenía la idea de viajar a Bremen y volverse músico.
En su camino se encontró al perro en la misma situación y lo invitó a viajar con él. Juntos continuaron el viaje y se encontraron al gato y luego al gallo, quienes compartían las mismas penas.
El trayecto a Bremen era largo, así que decidieron descansar un poco. A lo lejos vieron unas luces y pensaron que sería buena idea pedir posada. Al asomarse por la ventana, vieron que sobre la mesa estaba servida bastante comida y bebida. Al escuchar a los ocupantes de la casa, descubrieron que aquellos eran unos ladrones.
Los animales se pusieron de acuerdo, y entraron intempestivamente: el gato maullando, el perro ladrando, el burro rebuznando y el gallo cantando. Espantados, los ladrones salieron corriendo y los amigos pudieron disfrutar del festín.
Por la noche, mientras los animales dormían, uno de los ladrones volvió para inspeccionar la casa. Entró con todo el sigilo posible, pero al avanzar le pisó la cola al gato y este respondió con un gran arañazo. Aterrorizado, el ladrón quiso salir de la casa por la puerta de atrás, pero tropezó con el perro que con el susto, lo mordió. Al atravesar el patio, chocó con el burro y este le dio una fuerte coz con las patas traseras. El gallo, que para esas alturas ya estaba despierto, no paraba de cantar con gran escándalo.
El ladrón llegó con el resto y les contó que en esa casa no debían volver, porque ahí vivía una terrible bruja de afiladas uñas, veloz y malvada que lo había atacado. Los bandidos al verlo en tan mal estado ya no quisieron volver.
Los animales se instalaron en esa casa y ahí vivieron el resto de sus días.
Ahora responde:
Todos los días, un joven pastor llevaba a pastar sus ovejas al monte. Una tarde, se le ocurrió gastar una broma a sus habitantes. Al volver al pueblo con sus animales, empezó a gritar “¡El lobo, el lobo!”, y los buenos pueblerinos salieron a ayudarlo. Pero no había lobo, sino tan solo un chico que no paraba de reír.
Le pareció tan simpática la broma que pensó en repetirla al día siguiente. Nuevamente, al grito del muchacho, los vecinos fueron a auxiliarlo, pero una vez más encontraron al jovencito desternillándose por la broma.
Una tarde, los aldeanos volvieron a escuchar los gritos del niño. Acostumbrados a la broma, decidieron ignorarlo. ¿Cómo iban a saber que en esa ocasión sí era verdad la presencia del lobo?
El pobre y mentiroso pastor se quedó sin sus ovejas, pues nadie acudió a ayudarlo. Pero eso sí, al lobo le dio tiempo de saborearlas a sus anchas.
Ahora responde:
Se dice que los duendes aparecen cuando más se les necesita. Se sabe que son pequeñitos, huidizos, pero que se divierten haciendo el bien a los demás, aunque de tanto en tanto esconden objetos solo por travesura.
Un día de tantos, los duendecitos escucharon a un viejo zapatero lamentarse ante su esposa de los malos tiempos por los que pasaban, de lo caro que estaba el cuero y del poco dinero que recibían por sus zapatos. Se encontraban afligidísimos porque ya solo contaban con una tira de cuero para hacer un último par de zapatos.
Los duendes se compadecieron y quisieron ayudarlos. Esperaron a que los viejos estuvieran dormidos para comenzar a trabajar. Cortaban, cosían y cantaban, hasta que terminaron el par de zapatos.
Por la mañana, la sorpresa del zapatero y su esposa era tal, que no daban crédito a lo que veían sus ojos: ahí estaban los más hermosos zapatos que persona alguna se hubiera imaginado. Puestos en el aparador, pronto llamaron la atención de los paseantes. Un rico caballero ofreció una buena paga por ellos, y con el dinero no solo pudieron comprar comida sino una pieza de cuero con la cual podrían hacer hasta dos pares de zapatos.
La pareja quiso descubrir quién los había ayudado, así que a la noche siguiente se escondieron para averiguar el misterio de los zapatos. Después de una paciente y silenciosa espera, los vieron llegar: eran unos simpáticos duendecillos desnudos que alegres confeccionaban los nuevos pares de zapatos.
En agradecimiento a los duendes, a la siguiente noche, los zapateros les hicieron ropita a su medida. Los duendes recibieron gustosos el regalo y se marcharon para seguir haciendo sus buenas acciones. Con el dinero que recibieron, los viejos pudieron hacer muchos zapatos más y ya no volvieron a pasar hambre nunca jamás.
Ahora responde:
Una cigarra cantaba alegremente, cuando un sapo la interrumpió: “Yo canto mucho mejor”. La cigarra, en vez de ignorarlo y seguir cantando en otro lado, le respondió: “No, no es verdad, yo canto mucho más lindo”. El sapo insistió: “A los animales les gusta más mi canto”. A lo que la cigarra contestó: “¿Cómo puedes saber eso?”. “Me lo han dicho”, contestó el sapo. Así estuvieron discutiendo un buen rato hasta que a la cigarra se le ocurrió la idea de elegir un juez que determinara quién era mejor cantor.
Se encontraron con una garza que, apacible, descansaba sobre una sola de sus patas. “Señora garza, ¿podría escucharnos y decidir quién de los dos canta mejor?”, le preguntó el sapo al ave. La garza los observó indiferentes, pero aceptó ser juez.
La cigarra comenzó a cantar, pero la garza la interrumpió: “Querida, no te escucho desde donde estás, ¿podrías acercarte un poco más?” La cigarra dudo en acercarse, pues sabía que no era seguro, pero el sapo dijo: “Lo que pasa es que te da miedo perder”. El sapo se acercó a la garza y comenzó a cantar. Como la cigarra era muy orgullosa, para no perder la competencia se acercó al ave.
Mientras el sapo cantaba absorto, la garza se engulló a la cigarra. Y como la mesa estaba servida, se comió también al sapo. La garza se posó sobre su otra pata y siguió disfrutando de la tarde.
Ahora responde:
El lagarto está llorando. La lagarta está llorando. El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer su anillo de desposados. ¡Ay, su anillito de plomo, ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros. El sol, capitán redondo, lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son! ¡Qué viejos son los lagartos! ¡Ay, cómo lloran y lloran, ¡ay! ¡ay! cómo están llorando!
– Federico García Lorca
Ahora responde:
Nadie sabe dónde vive. Nadie en la casa lo vio. Pero todos escuchamos al sapito Glo Glo Glo.
¿Vivirá en la chimenea? ¿Donde el pillo se escondió? ¿Donde canta cuando llueve el sapito Glo Glo Glo?
¿Vive, acaso, en la azotea? ¿Se ha metido en un rincón? ¿Está abajo de la cama? ¿Vive oculto en una flor?
Nadie sabe dónde vive. Nadie en la casa lo vio. Pero todos escuchamos cuando llueve: glo... glo... glo…
– José Sebastián Tallón
Ahora responde:
Que no suba el caracol ni al rosal, ni a la maceta, ni al almendro, ni a la flor... Que enseñe los cuernos, que salga de casa, que se estire al sol. ¡Qué caminitos de plata va dejando el caracol cuando sale de su casa!
– Pura Vázquez
Ahora responde:
¿Dónde anda la onda si la luna rotunda se enciende redonda se espeja precisa en la calma tan lisa de la piel del mar?
¿En qué funda se enfunda esa onda? ¿En qué red se enreda? ¿En qué sonda se ahonda? ¿Dónde ronda su randa de espuma tan fina de brillo lunar?
– Ana María Machado
Ahora responde:
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a) espuma enreda enciende | b) onda redonda ahonda | c) piel de mar calma lisa espuma fina |
Esta es la historia de un patito que nació feo. El problema no es que fuera feo, sino que sus hermanos que nacieron muy bonitos, lo despreciaban por verse diferente a ellos. A la mamá pata también le daba penita ese hijo que no se parecía en nada ni a ella ni al resto de los patitos. Como este pobre pato era, además, algo torpe, sus compañeros se burlaban de él. Tan mal se sentía el animalito y era tanta su tristeza que decidió mejor marcharse.
En su camino, encontró un estanque en el que nadaban unas hermosas aves de elegante porte. El patito las miraba con admiración, pero temeroso de que lo vieran. Sin querer, hizo un poco de ruido al tratar de esconderse entre los juncos, y llamó la atención del grupo, quien al verlo le preguntó: “¿Qué hace un pequeño cisne tan solo?”. “¿Cuál cisne?”, preguntó el patito. “Tú eres un cisne como nosotros. ¿Acaso no lo sabes?”, dijeron los cisnes.
El patito feo, o mas bien, el cisne hermoso, por fin encontró su lugar en el mundo. Y adivina qué… pues fue muy feliz.
Ahora responde:
Esta historia que estás por conocer, o que quizás ya conozcas, se contó hace cientos de años a otros niños como tú. Y, ¿por qué crees que se sigue contando? ¿Será que aprendemos algo con ella? Este pequeño cuento ha sido transmitido, a través de tiempos, de distintas maneras y desde variadas y nuevas miradas.
Ahora te contaremos, después de tanto bla bla bla, la historia de los tres cochinitos, así como nos la contaron a nosotros de niños.
Los tres cochinitos llegaron a la edad en que debían dejar la casa materna y construir la suya. Así fue que cada uno comenzó la construcción de su nuevo hogar. El primer cerdito, que siempre fue un poco flojito, reunió unas cuantas pacas de paja y en un solo día dejó lista su casa. El segundo cerdito recogió varitas y palos de madera y se construyó su casa. El tercer cerdito recordaba las advertencias que su madre constantemente les hacía sobre la presencia del lobo feroz, y por eso construyó una sólida casa de ladrillo, que le llevó muchos días y mucho esfuerzo poder terminar.
Para no hacer el cuento más largo solo diremos que el lobo encontró la primer casita de paja, le sopló, la derrumbó y se comió al cerdito (en algunas versiones el cerdito se esconde en la segunda casa). El lobo también sopló y tiró la casa de madera y se comió al cerdito. Solo la casa del cerdito trabajador resistió el soplido del lobo.
Ahora responde:
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...un final feliz para los tres cochinitos. |
...desde la mirada del lobo |
...desde la mirada de los cochinitos flojos |
...desde la mirada del cochinito trabajador |
... y si no fueran cerditos, ¿qué se te ocurre que puedan ser? |
En la época en la que había reyes y reinas, príncipes y princesas, y en que los finales terminaban en felicidad, existió Cenicienta. Ella era una chica muy dulce, que tenía por amigos a los ratones, y que tuvo la mala fortuna de vivir con una madrastra y tres hermanastras que la trataban muy mal. El padre, que la quería mucho, poco se enteraba de estos malos tratos.
Un día llegó a la casa de esta familia una invitación para las fiestas del castillo, pues el príncipe quería conocer a las jóvenes de su reino para elegir con cuál casarse. La madrastra, muy contenta, le mandó a hacer a sus tres hijas lindos vestidos para el gran día. Cenicienta también quería ir, pero la madrastra hizo lo que pudo para evitar que la muchachilla asistiera. Con una falsa amabilidad, le dijo: “Querida, no tienes vestido ni zapatos ni joyas, así no puedes acompañarnos”. Y tras decir esto, se marchó con sus hijas al magno evento.
Triste quedó la pobre Cenicienta, a quien llamaban así porque su cara solía estar tiznada por las cenizas de la chimenea que siempre tenía que limpiar. Los ratoncitos, que la querían mucho, se acercaron a conocer la causa de su desdicha. Y para alegrarla, le ayudaron a confeccionar un simpático vestido. Algunos dicen que fue un hada la que ayudó a la jovencita; otros, que fue el espíritu de su fallecida madre. Imaginemos que fue el hada, quien apareció y transformó aquel traje hecho por los ratoncitos, en un fino vestido, peinó a la chica y la dejó como toda una princesa. Pero… esta historia tiene un “pero”. A las 12 de la noche el hechizo desaparecería: su vestido se volvería nuevamente un andrajo.
Adivina quién era la más hermosa joven de la fiesta. Sí. La más bella era Cenicienta, y el príncipe se enamoró de ella al momento. Bailaron y bailaron, y al punto de la medianoche, ella recordó que la magia a esa hora terminaba y salió corriendo del espléndido baile. En su huida una de sus zapatillas cayó.
El príncipe pudo encontrar a su querida princesa probando el zapato en todas las muchachas de la comarca, hasta dar con la verdadera dueña del zapato.
Ahora responde:
La tradición mítica pervive en nuestros tiempos, y aunque ya no nos rige como antaño, sí forma parte de nuestro inconsciente colectivo. Aquellos arquetipos creados hace miles de años perviven en nuestro imaginario y siguen estando presentes, con otros nombres y con otras formas.
Presentarles las historias de los dioses y héroes de antaño a los niños, les permitirá imaginar otras formas de vida, reconocerse en aquellos modelos humanos y conservar ese contacto, ese fino hilo que nos une al pasado y que da sentido a nuestras vidas.
Los griegos, que vivieron hace muchos, pero muchísimos, más de 2500 años atrás, buscaron una explicación de ese mundo en el que vivían. Así que imaginaron que todo era obra de unos seres grandiosos, poderosos e inmortales: los dioses.
Alguna vez te has preguntado: ¿cómo comenzó el mundo?, ¿por qué existe el cielo, la tierra y los mares?, ¿por qué el sol sale todos los días?, ¿por qué tras el invierno llega la primavera?, ¿cómo el hombre descubrió el fuego? o ¿por qué existe la guerra?
Los griegos antiguos explicaban todas estas cuestiones a partir de la existencia de dioses. Sigue leyendo y conoce alguna de estas historias.
Ahora responde:
Para los griegos, Zeus era el dios más poderoso, el creador del cielo y de la luz. Su poder era tal que gobernaba al resto de los dioses y decidía también sobre los mortales. ¿Quiénes son los mortales? Aquellos que mueren, los que tienen la vida contada, es decir, el ser humano. Porque ya te imaginarás que los dioses eran inmortales.
Zeus era un dios muy coqueto, que tenía muchas aventuras amorosas con otras diosas, ninfas y mujeres mortales, y esto enojaba mucho a su esposa Hera, la diosa de los cielos y del hogar. De estas aventuras nacieron otros dioses.
A Zeus se le representa con un rayo en la mano, con el cual podía fulminar a sus enemigos. También se le dibuja acompañado de una águila o de un toro y con un cetro en la mano.
Ahora responde:
El padre de Zeus era Cronos, y no fue un buen padre, porque se comía a sus hijos. Y esto lo aprendió de su propio padre, Urano, que también odiaba a sus hijos. Cronos escapó del encierro en que lo tenía su padre y lo venció. Entonces se volvió el dios más importante.
Pero alguien le dijo que dejaría de ser el rey de todo, porque uno de sus hijos le iba a quitar el trono. Y para que ninguno de sus hijos lo destronara, decidió comérselos. Rea, la esposa, no estaba de acuerdo en que sus hijos fueran comidos, así que decidió engañar a su marido. Cuando nació Zeus, lo escondió y en vez de entregarle al hijo, le entregó una piedra bien envuelta que parecía el recién nacido. Cronos se lo tragó pensando que era su hijo.
Zeus creció y regresó a liberar a sus hermanos. Ganada la batalla, obligó a Cronos a vomitarlos. Desde entonces es Zeus el que gobierna los cielos y es el rey de los dioses.
Ahora responde:
Entre los hermanos que Zeus liberó del estómago de Cronos, estaba Poseidón. En la repartición de las áreas que cada hermano gobernaría, a Poseidón le tocaron los mares. Además de las aguas marinas y submarinas, Poseidón también era el dios de los caballos y de los terremotos. Los griegos dibujaban a este dios como un hombre fuerte con un tridente, que es un bastón con tres picos. También lo imaginaban sobre un carro tirado por caballos.
Poseidón podía generar tempestades o aguas tranquilas, según el estado de ánimo en el que se encontrara. Si los navegantes no eran de su agrado, Poseidón podía mandarles fuertes olas y hundirlos. El gran regalo que hizo este dios de las aguas al ser humano fue el caballo.
Ahora responde:
Dédalo era un hábil inventor y arquitecto que vivía en Atenas. El rey de Minos le pidió que construyera un laberinto para encerrar al Minotauro, un terrible monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre que amenazaba el reino.
Dédalo y su hijo Ícaro diseñaron un intrincado laberinto para que quien entrara no pudiera salir. Para que ningún mortal pudiera conocer el secreto de los caminos, el rey Minos encerró al diseñador y a su hijo dentro de la construcción.
La salida estaba clausurada, así que padre e hijo debían pensar en una solución que no fueran las puertas. Observaron a su alrededor, reflexionaron y, por fin, a Dédalo se le ocurrió la solución después de ver volar a los pájaros cerca de ellos. ¡Se harían sus propias alas y escaparían volando!
Con plumas de aves y cera de abeja se hicieron unas espectaculares alas y así escaparon de aquella prisión. Toda bien, ¿cierto? El padre le advirtió a su hijo que estarían seguros siempre y cuando no volaran ni muy alto ni muy bajo.
Ícaro se sintió libre y tan seguro de sus alas que olvidó los consejos de su padre. Empezó a acercarse al sol y la cera comenzó a derretirse. Las alas se desprendieron de Ícaro, quien cayó en picada al mar y murió.
Ahora responde:
El Minotauro, un monstruo mitad toro y mitad hombre, vivía en la isla de Creta, encerrado en un laberinto. Era un monstruo tan terrible que para calmar su enojo los habitantes de Creta debían ofrecerle cada año, catorce jóvenes para que se alimentara.
Un día llegó Teseo, un valiente joven decidido a acabar con el Minotauro: no tenía miedo e iba bien armado. El verdadero problema que enfrentaba era cómo salir del laberinto una vez que entrara y acabara con el monstruo. La hija del rey, Ariadna, le ofreció un hilo para que lo fuera soltando dentro y así pudiera conocer el camino de regreso.
Con su valentía y la ayuda de Ariadna, Teseo logró acabó con el Minotauro y regresó victorioso a casa.
Ahora responde:
Eco era una ninfa del bosque que le gustaba platicar mucho. Un día, la diosa Hera le preguntó si había visto a su esposo Zeus. Ella, en vez de contarle que vio al dios coqueteando por ahí, le platicó mil y una cosas que nada tenían que ver con la pregunta que le hicieron. Enojada por tanto diálogo vacío, Hera la castigó silenciando sus palabras y obligándola a repetir la última palabra de lo que otros pronunciaran.
Ahora responde:
En tiempos muy remotos, los hombres vivían en cuevas y comían lo que encontraban. Un dios, llamado Prometeo, se compadeció de ellos y quiso enseñarles a entender los ciclos de la naturaleza, a utilizar herramientas y a guiarse por los astros. Pero Zeus, el dios más poderoso de los griegos, no quería que los hombres tuvieran poder y le prohibió a Prometeo que los ayudara.
Prometeo desobedeció las órdenes de Zeus y robó el fuego del Olimpo para dárselos a los hombres. Cuando Zeus descubrió el robo, se enojó mucho. Como castigo, encadenó a Prometeo a un peñasco y ordenó a un buitre que todos los días le comiera las entrañas. Así, el ladrón del fuego pasó días y años, encadenado y alimentando al ave rapaz con sus vísceras, que cada noche volvían a regenerarse. Después de mucho, los dioses se apiadaron de él y lo liberaron.
Ahora responde:
Narciso era un joven tan guapo, que todas las jóvenes se enamoraban al verlo. Pero él no tenía interés en ninguna; es más, se burlaba del amor.
La ninfa Eco, al igual que otras chicas, se enamoró de él, pero el joven la rechazó. Con el corazón roto, Eco se ocultó en una cueva y no volvió a salir. Némesis, la diosa de la justicia y la venganza, como castigo a Narciso por este desprecio a la ninfa, lo invitó a que viera su reflejo en el agua.
Al verse reflejado en el agua, Narciso se cautivó ante su propia imagen y no pudo dejar de verse. En un intento por alcanzar la belleza del reflejo, cayó al agua y murió.
Ahora responde:
Las nereidas eran hadas del mar, hijas de Nereo, el dios del mar. Se dice que había 50 de ellas y todas eran muy bellas y jóvenes. Sobre sus hipocampos, mitad caballo y mitad pez, cabalgaban por el mar.
Ellas eran conocidas por ayudar a los marineros en peligro. Una vez, Jasón, príncipe de Grecia, tuvo que navegar entre las Rocas chocantes, que eran un angosto paso de agua con rocas altas de cada lado. Las historias sobre los barcos aplastados por estas rocas eran muchas, pero para fortuna de Jason, las nereidas salieron a su rescate y levantaron su barco y lo llevaron a aguas seguras.
Ahora responde:
Atenea es hija de Zeus, y no nació de una forma tradicional. Así comienza su historia: su padre sufría un fuerte dolor de cabeza, tan fuerte que le pidió a su hermano Hefesto que le abriera la cabeza para saber la causa de su dolor. Del cráneo de Zeus nació Atenea, adulta y vestida con su armadura.
Atenea representa la diosa de la sabiduría. Ella enseñaba cómo hacer cestos, cómo tejer y cómo hacer varias artesanías.
Es protectora de varias ciudades de Grecia, porque, además, es la diosa de las guerras justas. Esto quiere decir que ama la paz, y solo cuando es necesario participa en una guerra para terminarla a favor de quien lo merece.
Los griegos la representaron en dibujos y en esculturas con casco, lanza y la égida (un escudo de piel de cabra). El animal que se identifica con ella es la lechuza y su árbol es un olivo.
Ahora responde:
Cuando Peleo y Tetis se casaron, invitaron a todos los dioses, pero se les olvidó invitar a Eris. ¿Te imaginas cómo se sintió Eris al no ser invitada? Como no estaba invitada a la fiesta, no fue, pero sí envió un regalo: una manzana de oro que tenía inscrito “a la más bella”. Esta manzana estaba colocada en medio del banquete.
Al ver la manzana, los invitados comenzaron pensar quién de las presentes era la más bella. Afrodita (diosa de la belleza), Atenea (diosa de la inteligencia) y Hera (diosa del cielo) comenzaron a discutir sobre quién de ellas era la más hermosa. Como la discusión parecía no tener fin, fueron con Zeus para que él decidiera, pero el astuto dios no quiso enemistarse con ninguna, así que decidió que un mortal sería el que tomaría la decisión.
Ahora responde:
Paris, conocido también como “el de la hermosa figura” era un príncipe troyano. Un día, se presentaron ante él los dioses: Afrodita, Atenea, Hera y Hermes, el mensajero de Zeus. Le pidieron a Paris que decidiera quién de las diosas era la más bella. Para convencer a Paris de su elección, Atenea le ofreció la sabiduría; Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear; y Afrodita, le prometió el amor de la mujer más bella del mundo. Paris, enamorado de la hermosa Helena, reina de Esparta e hija de Zeus, eligió que “la más bella” era Afrodita. Las otras dos diosas montaron el cólera. Era tal su enojo que juraron vengarse de Paris. En cambio, la diosa de la belleza prometió protegerlo y otorgarle a Helena en agradecimiento.
Entonces, Helena fue raptada por Afrodita, y Paris se la llevó a su reino en Troya. El marido de Helena, Menelao, rey de Esparta, se enojó muchísimo y fue con todos sus ejércitos a combatir a Troya y recuperar a su esposa. Esa guerra duró diez años, y finalmente Helena regresó con Menelao.
Ahora responde:
Europa era una mujer que vivía tranquilamente en Fenicia. Su padre tenía muchos toros, y ella solía llevarlos a pastar al campo.
Zeus, el dios más poderoso, se enamoró de la muchacha y quiso acercarse a ella. Para no espantarla se transformó en un toro blanco y se mezcló con los demás toros que se alimentaban en la pradera. A Europa le llamó la atención este animal, que parecía muy manso. Lo acarició y como comprobó que era muy tranquilo, decidió montarlo.
Zeus se aprovechó del momento y escapó con ella hasta la isla de Creta. Ya en tierra, le reveló su identidad. Desde entonces, Europa fue la reina de la isla de Creta.
Ahora responde:
Algunas personas escuchan ruidos por las noches y piensan que son fantasmas. En realidad son goblins: la noche es el momento en el que más les gusta hacer travesuras. Disfrutan de sacudir los picaportes de las puertas, golpear muebles y descobijar a los que duermen.
Los goblins son criaturas desagradables que representan muchos problemas para los humanos. Son pequeños –apenas llegan a la rodilla de un adulto– y tienen las orejas puntiagudas. Tienen la cara fea y arrugada. A muchos les gusta vivir en casas y son muy latosos.
La única forma de deshacerse de un goblin es esparciendo semillas de linaza sobre el piso. ¿Por qué? Porque cuando amanezca no habrán terminado de recoger todas las semillas y se enojarán muchísimo. Al hacer esto durante varias noches, el goblin terminará fastidiado y decidirá irse de tu casa.
Ahora responde:
En este espacio, invitamos a los niños a explorar y conocer sobre aquellos personajes que cambiaron el mundo, o por lo menos, hicieron que viéramos el mundo desde otra mirada.
De Einstein, lo primero que suele venir a la mente es su enredado cabello blanco, y es que su imagen le importaba poco, pues lo que verdaderamente le apasionaba era la ciencia. Albert Einstein es uno de los grandes genios de la ciencia, que cambió la manera de entender el mundo y el universo. Como todo buen científico, Einstein se hacía cientos de preguntas: ¿Cómo viaja la luz? ¿Viaja en línea recta o puede doblarse? ¿La gravedad viaja como la luz? ¿Qué tipo de energía se obtiene de los átomos?
Su increíble capacidad para pensar lo llevó a construir teorías fundamentales para la ciencia actual.
Ahora responde:
A Edison le debemos muchos de los inventos que hacen más placentera la vida, y que hoy forman parte de nuestro cotidiano. A finales del siglo XIX, él inventó la bombilla incandescente hecha con materiales accesibles. Este foco que creó, iluminó las casas de muchísimas personas, sin importar si eran ricos o pobres.
Otro de los inventos de Edison fue el fonógrafo, un aparato para reproducir sonidos. Con ese invento, la música se podía escuchar en la comodidad de la casa. Edison fue un inventor muy prolífico, que patentó más de 1000 creaciones.
Ahora responde:
Galileo nació en Italia en 1546, cuando aún se pensaba que el sol y los planetas giraban alrededor de la tierra. La curiosidad de Galileo lo llevó a leer cuanto libro de ciencias matemáticas llegaba a sus manos. Así fue que conoció la teoría de Copérnico, quien afirmaba que la tierra era la que giraba alrededor del sol y no al contrario como se pensaba.
Galileo dudaba, se preguntaba, averiguaba y comprobaba sus ideas, y hasta que él mismo las ponía a prueba, podía estar seguro de que eran ciertas. Inventó un telescopio, para poder ver la luna y las estrellas, y fue con este artefacto que comprobó que la teoría de Copérnico era cierta.
A Galileo le tocó vivir tiempos difíciles para la ciencia. Y por decir cosas diferentes a lo que se creía en ese momento, fue encarcelado.
Ahora responde:
Marie Curie nació en 1867, en Varsovia, Polonia. Desde pequeña, Marie fue una gran lectora. Y como su papá era físico, también leyó y aprendió sobre esta disciplina desde muy joven.
Por ser una buena estudiante, fue admitida en la Universidad de la Sorbona, uno de los más reconocidos centros de estudios en Francia. Fue ahí donde conoció a su esposo, Pierre Curie, y juntos realizaron muchos descubrimientos: buscaron en la naturaleza sustancias radioactivas, es decir, que emitieran energía. ¡Lo lograron! Encontraron dos sustancias que llamaron radio y polonio, esta última recibió ese nombre en recuerdo de su país natal.
Sus estudios sobre la radioactividad han ayudado a combatir el cáncer, una enfermedad que antes no tenía tratamiento.
Ahora responde:
Hay quienes afrontan sus miedos y se atreven a ir más allá, y cuando lo hacen, logran lo increíble. Cristóbal Colón fue uno de esos que se atrevió.
En el tiempo que vivió Colón, todavía se pensaba que la tierra era el centro del universo. Los europeos habían llegado a Asia y a África, pero no sabían de la existencia de otros continentes. Colón intentó probar que cruzando el mar se llegaba hasta las Indias.
Para atravesar el mar, necesitaba un buen barco y navegantes, y para eso requería dinero. Después de mucho esfuerzo, convenció a los reyes de España de pagar el viaje. Les prometió que encontraría una ruta más directa para llegar a las Indias. A los reyes les interesaba que hubiera otra ruta, porque la existente estaba saturada y llena de enemigos del reino.
Así fue como Colón se lanzó a la aventura. Tras meses de viaje, por fin pisó tierra. Buscando una ruta hacia Asia, Cristóbal Colón descubrió el continente americano.
Ahora responde:
Roald Dahl fue un escritor que entendía a los niños, que sabía que algunos adultos no eran amables con ellos y quiso criticarlos. En sus cuentos y novelas, los niños son más inteligentes que algunos adultos, más intrépidos y logran sus objetivos. Además de escribir cuentos, escribía poemas, pero unos poemas muy divertidos. Como Dahl conocía los cuentos clásicos muy bien, se le ocurrió la idea de cambiar las historias y describir a los personajes desde otra perspectiva. Como ya conoces muchos de estos cuentos, que encuentras en la primera sección, ya podrás leer el libro de Dahl: Cuentos en verso para niños perversos.
También te recomendamos leer alguno de sus cuentos más populares: Charlie y la fábrica de chocolate, James y el durazno gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Las brujas y Relatos de lo inesperado.
Ahora responde:
Leonardo da Vinci no solo fue un gran pintor, también fue inventor, científico, escultor, ingeniero, arquitecto, urbanista, botánico, músico, anatomista, cocinero y filósofo. Nació en Italia en 1452, en un siglo de renovación de las ciencias, las artes y la cultura. Esta época se le conoce como Renacimiento, y se llamó así porque todo parecía renacer.
Da Vinci era zurdo, pero en ese entonces a los zurdos les amarraban la mano izquierda para que se obligaran a usar la derecha. Al final, terminó dominando la izquierda y la derecha. Era un hombre muy hábil para hacer muchas cosas, tanto que diseñó las primeras máquinas voladoras. Era un gran pensador y a él le debemos la frase: “Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto”.
Ahora responde:
Wolfgang Amadeus Mozart fue un niño prodigio, que a los cuatro años era capaz de tocar instrumentos y de componer obras musicales. Su papá se sentía tan orgulloso de su hijo que lo llevó ante los reyes para que lo escucharan. ¡Fue un éxito! Toda su infancia la pasó en grandes palacios tocando para príncipes y reyes.
Mozart tenía el don de la música, tanto que podía imaginar una obra completa y tocarla, o bien, escribirla estuviera donde estuviera. Pero a Wolfgang Amadeus Mozart no lo recordamos solo por su privilegiada mente y la vida que llevó, sino porque dejó al mundo bellísimas obras musicales. Algunas de sus obras vale la pena que las escuches. Te recomendamos las óperas La flauta mágica y Las bodas de Fígaro.
Ahora responde:
Ludwig van Beethoven es uno de los más grandes compositores de música de todos los tiempos. Sus obras han quedado escritas en la historia por su belleza.
Su infancia no fue fácil, porque su padre quería que fuera como Mozart, aquel niño prodigio que tocaba para los reyes. Entonces lo presionaba para que estudiara y para que aprendiera muchos instrumentos. Fue un niño que en vez de jugar tuvo que demostrar que sabía tocar música. A los once años, Ludwig compuso su primera obra. Un año después, fue contratado como músico de la corte, es decir, su trabajo era tocar música para reyes y príncipes.
Sus composiciones musicales le gustaron tanto al príncipe de Bonn, que lo invitó a vivir a Viena para poder que siguiera estudiando. Con los años, Beethoven fue perdiendo el oído, y a pesar de estar sordo, pudo seguir componiendo música.
Ahora responde:
Confucio fue un filósofo chino que vivió en una época de caos y desorden, hace 2500 años. A él le parecía una necesidad que la sociedad se rigiera por el respeto, por eso escribió y enseñó a quienes lo rodeaban cómo debía de comportarse el ser humano.
Confucio hablaba de respeto, honestidad, educación para todos, bondad, sinceridad, justicia. Decía que un buen gobierno lleva a una sociedad feliz, y que se debía procurar a la familia. Para Confucio, los viejos debían ser respetados y de ellos debíamos aprender, porque ellos tenían sabiduría.
El antiguo pensador de Oriente dejó muchas máximas, es decir, recomendaciones para una mejor vida. Por ejemplo, él dijo: "El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor".
Ahora responde:
Este es un espacio que alberga textos diversos y de temas variados, tal y como nos los encontramos en la vida diaria.
La historia de las preguntas. ¿Por qué? Una historia de la filosofía para niños. Autor: José Ezcurdia
Ahora responde:
El índice en un libro es como un mapa: es una guía para encontrar los apartados que conforman el libro. Por lo general, los libros extensos tienen un índice para que el lector pueda llegar fácilmente al capítulo deseado. Esta lista puede estar al principio del libro, pero también se la puede encontrar al final.
Ahora responde:
Ingredientes:
Cómo hacerlo:
Ahora responde:
La tiza es una barrita de arcilla blanca que sirve para escribir en un pizarrón. Deriva de la palabra “tizatl”, que en náhuatl (lengua hablada en México) significa “yeso”. Tanto en España como en todos los países latinoamericanos es llamada así, pero extrañamente, México es el único país de habla hispana donde la tiza es llamada “gis”, término que proviene del latín “gypsum”, que significa yeso.
Ahora responde:
¿Sabías que la miel de abeja nunca se descompone? La miel es azúcar y los azúcares contienen muy poca agua en su estado natural. Por lo tanto, la miel en su forma natural casi no tiene humedad.
Muchos microorganismos como las bacterias no pueden sobrevivir en ambientes sin humedad, porque mueren asfixiados. Por eso, un tarro de miel, que casi no tiene agua, no es un buen lugar para que las bacterias se desarrollen. La miel no se echa a perder porque las bacterias no se sienten cómodas viviendo ahí.
Ahora responde:
La pupila es ese círculo negro en el centro de nuestro ojo, el que está al centro del iris. Es la encargada de permitir la entrada de luz a nuestros ojos. Cuando hay mucha luz, la pupila se contrae; es decir, se hace más chiquita. Por el contrario, cuando hay poca luz, las pupilas reaccionan dilatándose: se hacen más grandes para adaptar la vista a la oscuridad.
Con un espejo, observa cómo tus pupilas cambian de tamaño cuando pasas de un cuarto oscuro a uno con luz.
Ahora responde:
Dos de los escritores más importantes de todos los tiempos –Shakespeare y Cervantes– murieron el mismo día, pero en distinta fecha. ¿¡Cómo es posible eso?!
Miguel de Cervantes y Saavedra, escritor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, nació en España el 29 de septiembre de 1547 y murió el 22 de abril de 1616.
William Shakespeare, que escribió Romeo y Julieta además de muchas otras obras de teatro, nació en Inglaterra el 26 de abril de 1564 y murió el 23 de abril de 1616.
Ambos fallecieron el mismo día. Pero, ¿cómo? Si uno murió el 22 de abril y el otro el 23 de abril. Porque en aquel tiempo, en Inglaterra se usaba el antiguo calendario juliano; en cambio, en España se había adoptado el actual calendario gregoriano.
Completa el cuadro:
Primavera, verano, otoño e invierno son las cuatro estaciones que tenemos en un año y duran aproximadamente 3 meses cada una. El verano es la estación más calurosa y el invierno, la más fría.
Algunas personas erróneamente creen que el calor o el frío es causado porque el sol está más cerca o más lejos de la tierra, pero en realidad depende de la inclinación de la tierra. Los rayos solares, en verano, calientan más si llegan en forma casi perpendicular, y calientan menos si llegan inclinados. Esto provoca que la cantidad de luz solar sea distinta en cada estación, es decir, que la duración del día sea mayor o sea menor. Cuanto más largo es el día, más tiempo el sol calentará el hemisferio. Ahora responde:
Para fabricar papel necesitamos primero hacer una pasta papelera. ¿Y cómo se consigue? Primero hay que tener la materia prima, que es madera de árbol.
Una vez que ya se tienen los troncos, estos deben ser triturados, luego machacados y humedecidos hasta que se forma una pasta. Posteriormente, esta pasta se blanquea y se lava. Después se pasa por una mesa plana, se prensa y, por último, se seca aplicando calor. Una vez logrado el papel, se le da el acabado deseado.
Ahora responde:
El oso polar, también conocido como oso blanco, es un mamífero carnívoro que en realidad tiene la piel negra y el pelaje transparente. El color blanco de su pelo es en realidad un reflejo de la luz y no su color en sí.
A pesar de vivir en el polo norte, este oso está calientito, porque el color de su piel permite que pueda atraer más el calor del sol. Además, su gruesa capa de grasa le permite aumentar su temperatura corporal. Esta blancura que tanto le caracteriza y que le hace parecer tan tierno, le sirve para camuflarse en la nieve y que los depredadores no lo vean.
Ahora responde:
La telaraña es una red muy resistente hecha con hilos muy finos (seda) producidos por la misma araña. Este hilo le sirve para desplazarse de un lugar a otro y, también, para atrapar su alimento. El secreto de su resistencia es que la seda cambia cuando se tira de ella. El hilo contiene proteínas que hacen que se pueda desplegar y que no se rompa. Al jalarla, la telaraña se hace pegajosa y se rehace. Cuanto más rápido y ajustada se teje la hebra de la telaraña, más resistente es.
Ahora responde:
El cloruro de sodio (NaCI) es conocido comúnmente como sal. Existen tres tipos de sal diferentes: la sal marina, la sal gema (que se extrae de una roca mineral) y la sal vegetal.
Normalmente usamos la sal para condimentar nuestros alimentos, ya que es un potenciador de sabor, pero ese no es el único uso que le podemos dar. La sal también sirve para conservar y deshidratar los alimentos. En la industria, la sal es utilizada para la elaboración de muchos productos, por ejemplo: el petróleo y el gas o en la industria textil. También se utiliza para deshacer el hielo en las calles, ya que la sal baja el punto de congelación del agua.
Ahora responde:
Un nudo es una figura que logramos al unir una o varias cuerdas y tiramos de dos lados para estrechar el lazo. Su principal objetivo es el de sujetar, ya sea un objeto u otra cuerda.
Los nudos marineros son los que se hacen en las cuerdas de los barcos. Existen 60 distintos tipos de nudos marineros y cada uno sirve para algo diferente. Hay tres tipos de nudos básicos: los nudos de tope evitan que una cuerda se deslice; los de nudos de sujeción, que sirven para fijar una cuerda a un objeto; y los nudos de unión, que se usan para atar dos cuerdas o una cuerda y un alambre.
Ahora responde:
La jirafa es un mamífero artiodáctilo originario de África. Es el animal más alto del mundo: puede medir nada menos que 5.8 metros. Se alimenta de las hojas de los árboles, las cuales pueden alcanzar porque tienen un cuello muy largo. Estos animales prefieren las zonas cálidas, pero se pueden adaptar a cualquier clima y convivir con otros animales. Son de color amarillo con manchas pardas en la piel, y cada jirafa tiene manchas únicas. Su lengua es muy larga y negra, y este color les sirve para protegerse de las quemaduras de sol. Sus patas son muy fuertes y tienen pezuñas afiladas para defenderse de cualquier amenaza.
Ahora responde:
El pulpo es un molusco acuático invertebrado. También se le conoce como octópodo ya que tiene ocho tentáculos. Poseen tres corazones, son muy inteligentes y tienen muy buena memoria. Pueden resolver los problemas que se les presentan en el camino y tienen la capacidad de aprender. Sus ojos están bien desarrollados y pueden distinguir colores, pero son totalmente sordos. Se alimenta de peces, algas y pequeños crustáceos. Fabrican una tinta que liberan como defensa contra sus depredadores.
Ahora responde:
¿Sabías que en este momento no es la misma hora aquí que en otra parte del mundo? La tierra gira alrededor de su eje una vez cada 24 horas. Por esto, el día se divide en 24 horas. Mientras en México es de día, en Madagascar es de noche. Hay países que por su extensión pueden llegar a tener varios horarios distintos. Por ejemplo, México tiene cuatro husos horarios. Cuando en la Ciudad de México son las 8 de la mañana, en Tijuana son las 6 am: dos horas menos.
Hay un país que por su extensión hasta hace poco tenía 11 husos horarios, pero ya los redujeron a 9: ¡Rusia!, el país más grande del mundo. Es precisamente por su gran tamaño que hay en ella tantos husos horarios. Limita con 14 países: Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte.
Ahora responde:
El plato del buen comer es una representación de los tres grupos de alimentos que son necesarios para obtener una buena alimentación y estar saludables.
Nuestra alimentación diaria debe contener por lo menos un alimento de cada grupo en cada desayuno, comida y cena. La cantidad debe ser proporcional a nuestra estatura, peso y edad. Si además de esto bebemos suficiente agua y hacemos ejercicio, tendremos una buena salud.
Ahora responde:
Los koalas son unos marsupiales muy curiosos. A veces les dicen “osos koalas” pero no son osos. Son animales nocturnos, es decir, están despiertos durante la noche. Pueden pasar hasta 18 horas sin hacer nada o estando dormidos. Casi todo el tiempo están arriba de los árboles y se alimentan de eucaliptos, su planta favorita. Para comunicarse entre ellos, utilizan una gran variedad de sonidos.
Ahora responde:
¿Negras con rayas blancas o blancas con rayas negras? En realidad las cebras son de color negro y tienen rayas color blanco, Sus rayas son como las huellas dactilares de los humanos, es decir, únicas. Son mamíferos herbívoros. Esto quiere decir que comen hierba y hojas. Tienen una excelente visión y muy buen oído. Originarias de África, las cebras se comunican a través de relinchos y rebuznos, y suelen cuidarse entre ellas cuando están en grupo.
Ahora responde:
Los colores se dividen en primarios y secundarios. Los primarios son los colores principales o básicos, porque son únicos, pues no necesitan mezclarse con otros para formarse. Son tres:
Al mezclar dos colores primarios obtenemos los colores secundarios:
Para obtener el verde, mezclamos en la misma proporción el azul y el amarillo; el naranja se obtiene mezclando el amarillo y el rojo; y para conseguir el violeta mezclamos rojo y azul.
A partir de los colores primarios y de los colores secundarios podemos seguir mezclándolos para obtener nuevos colores.
Ahora responde:
Los nahuales son brujos que pueden convertirse en animales. Esto porque cuando una persona nace, el espíritu de un animal se encarga de cuidarla, protegerla y guiarla a lo largo de su vida. Los brujos son personas que tienen una conexión muy fuerte con su espíritu. Ellos logran tener la visión, el olfato o el oído del animal, y hasta pueden tomar su forma, que así se convierten en nahual.
Por las noches, los nahuales se juntan en los bosques y hacen reuniones alrededor de fogatas. Les gusta bailar alrededor de estas, mientras recitan los hechizos que los convierten en su animal-nahual. Ya transformados salen a pasearse por el bosque en forma animal, como de jaguar, mono, lobo, gavilán... Cuando amanece, regresan al lugar de la fogata a transformarse de nuevo a su forma humana.
Ahora responde:
El xoloitzcuintle es un perro mexicano. Tiene las orejas puntiagudas y puede nacer con pelo o pelón. De cariño, les decimos “xolos”. Se cree que es un perro sagrado: cuando su dueño muere, lo acompaña en su viaje al mundo de los muertos. Algunas personas también creen que tiene propiedades curativas. Además, afirman que si acuestas a un xolo sobre tu espalda, quita el dolor muscular y te ayuda si te duele el estómago.
Cacao es un xoloitzcuintle muy travieso y juguetón. Él sí tiene pelo y es negro como la noche. Le gusta mucho comer tortillas duras y croquetas. A diferencia de otros perros, no le gusta perseguir pelotas, pero sí ratones y lagartijas. Sigue a su dueño a todas partes y siempre se acuesta a sus pies para acompañarlo cuando ve la televisión.
Ahora responde:
El ajolote es un anfibio, eso quiere decir que vive tanto en el agua como en la tierra. Parece un renacuajo gigante con patas y cola. Tiene tres pares de branquias que salen de cada lado de su cabeza. Es originario de los lagos y canales de la Ciudad de México. Actualmente se encuentra en peligro de extinción, porque la gente no cuida su hábitat y lo contamina.
Xóchil es un ajolote que vive que los canales de Xochimilco. Todos los días conoce a turistas de todas partes del mundo. Los turistas pasean en las trajineras, que son embarcaciones pequeñas adornadas con flores. Xóchil se asoma a las trajineras y les cuenta a los turistas sobre el peligro en el que se encuentra su especie y les convence de cuidar el medio ambiente.
Ahora responde:
Hay una palma llamada Juana que vive sola en la avenida Reforma en la Ciudad de México. Lleva viviendo ahí 100 años, desde que era pequeña. Algunas personas la han querido quitar: dicen que podría ser peligrosa ya que sus hojas largas y puntiagudas podrían caer sobre autos y peatones, pero ella no se deja. Hay un grupo de jardineros que cuidan de ella, la mantienen sana y bella a pesar de su edad. Es famosa, pues sale en fotografías conocidas de la ciudad y todo mundo la conoce.
Ahora responde:
A Joaquín le encanta el futbol. Juega todos los sábados en un equipo con sus compañeros de escuela. El pasado despertó muy nervioso porque jugaría contra el equipo del colegio San Bernardo, su mayor rival. Joaquín es el delantero de su equipo, a él le toca la tarea dura de anotar los goles. Ese día se despertó muy nervioso, pues el portero del San Bernardo es muy bueno y siempre detiene sus goles.
Cuando el partido estaba por terminar, iban empatados 1 a 1. Había sido un partido muy disputado y emocionante. En un saque de esquina, Ramón –el mejor amigo de Joaquín– le centró el balón a Joaquín. Éste logró burlar a un rival que venía por el balón, se acercó a la portería y pateó el balón con todas sus fuerzas. El portero estiraba los brazos y brincaba para todas partes. Como en cámara lenta, el balón entró en la portería. Todos gritaron: “¡Gooooool!” ,y corrieron a abrazar a Joaquín.
Ahora responde:
Ordena con números los sucesos de la historia:
[ ] Joaquín jugó contra el equipo San Bernardo. [ ] El equipo de Joaquín corrió a abrazarlo. [ ] Joaquín despertó muy nervioso. [ ] El portero intentó detener el gol. [ ] Ramón le dio un pase a Joaquín. [ ] El partido iba empatado 1 a 1. [ ] Joaquín burló a un rival.
Un día, el dios Quetzalcóatl decidió bajar a pasar el rato en la tierra disfrazado de humano. Viajó por todos los rincones del planeta sin parar de disfrutar su belleza. Estaba por terminar su viaje y estaba muy cansado, cuando en el camino se encontró a un conejo. El conejo se le acercó y le preguntó: “¿Qué tienes?”. Quetzalcóatl le respondió: “Estoy muy cansado y hambriento, llevo varios días de viaje y no he parado”.
Entonces, el conejo le ofreció de su comida, pero eran puras hierbas. A Quetzalcóatl no le gustan las hierbas, sino la carne. Así que el dios le contestó: “Gracias, pero no como hierbas”, y el conejo se quedó pensativo. Luego le dijo: “No tengo otra cosa que ofrecerte más que mi cuerpo para que me comas: así recuperarás tus fuerzas”.
Al escuchar las palabras del conejo, Quetzalcóatl se sintió conmovido y regresó a su forma de dios. Le dijo: “Te mereces ser recordado por ser tan bueno”, y arrojó al conejo al cielo. Esto hizo que su figura se quedara plasmada en la luna. Al poco rato, el conejo bajó a la tierra y el dios le dijo: “Por tu noble gesto, de ahora en adelante todos te recordarán al ver tu figura marcada en la luna”.
Ahora responde:
En el Mar de Cortés vive un cetáceo muy pequeño y tierno llamado vaquita marina. Las vaquitas marinas son muy tímidas y casi nunca suben a la superficie, a diferencia de sus primos, los delfines. Para navegar emiten sonidos que rebotan con los objetos y producen ecos que les dicen dónde están. Así también platican entre ellas. Les gusta mucho el agua caliente, por eso viven en mares mexicanos. Desafortunadamente, quedan muy pocas vaquitas marinas, pues los seres humanos las atrapan sin querer en sus redes gigantes al pescar a otros peces.
Ahora responde:
Un día, unas sirenas estaban paseando muy a gusto en las templadas aguas de la costa de México y disfrutando de la belleza de esa zona mientras platicaban sobre sus aventuras.
Una de ellas, llamada Estrella, estaba algo aburrida de sus anécdotas repetitivas y decidió separarse un poco del grupo. De pronto se encontró con un barco de pesca y, asustada, se alejó de él. Mientras miraba con disgusto y tristeza a los pobres peces atrapados en sus redes vio entre ellos a un triste vaquita marina.
En ese momento se acordó de lo que su padre le había dicho sobre estos seres: quedan muy pocas de ellas, justo por esa razón. Al ver a la pobre vaquita sufrir y no poder soltarse de la terrible red de los pescadores, Estrella decidió hacer algo que le habían prohibido rotundamente: se acercó a la red y, con un trozo de concha rota que encontró, logró cortar los hilos que no permitían a la vaquita salir de ahí.
Ahora responde:
Ordena con números los sucesos de la historia:
[ ] Estrella rescató a la vaquita marina. [ ] Estrella se separó del grupo. [ ] Estrella se asustó al ver un barco pescador. [ ] Estrella supo por su padre de las vaquitas marinas. [ ] Estrella encontró un trozo de concha rota. [ ] Estrella nadaba en la costa.
En México hay un río que divide dos estados de la república: Durango y Coahuila. Este río, que lleva por nombre Nazas, es de aguas muy tranquilas. Las personas que viven en la rivera pueden nadar en él.
En el siglo pasado se podía pescar en el río Nazas, pero sin redes. Los pescadores se acercaban a las riveras y llevaban consigo canastas de madera en forma de cono con muchos orificios, llamadas “nazas”. En estas canastas atrapaban a los peces que luego llevaban a sus casas para servir de alimento. Por el uso de estas canastas se le dio el nombre al río.
En la actualidad, el río ya no tiene peces, pero aún así, las personas suelen ir a la rivera a pasar el día en el tiempo de verano. Sigue siendo un río muy importante porque es la línea que divide a dos estados del norte de la república.
Ahora responde:
Gabriela era una niña que tenía muchos juguetes, pero estaba muy triste porque no tenía a nadie con quien jugar.
Ella le preguntaba a su mamá: “¿Por qué no tengo hermanos?”. Su mamá le respondía que podía jugar con muchas cosas, que tenía muñecas, un gran jardín, pero Gabriela insistía en pedir una hermana.
Una noche de invierno abrazó fuertemente a una de sus muñecas y pidió un deseo: una hermana que fuera su compañera de juegos.
En el verano su madre le dijo: “En el otoño vas a tener una hermana”.
Gabriela esperó la caída de las hojas doradas y, por fin, llegó su hermana. Pero esa hermana era del tamaño de su muñeca, era muy pequeña y no sabía jugar. Gabriela le preguntó a su madre: “¿Cuánto tiempo tengo que esperar para jugar con mi ella?” Su madre le respondió que como unos tres años.
Gabriela tomó su muñeca y fue a donde estaba su hermanita y le dijo: “No te preocupes, yo esperaré a que crezcas y jugaremos juntas. Por lo pronto te regalo a mi muñeca”.
Ahora responde:
El hombre aprendió a interpretar las estrellas y a partir de este conocimiento comprendió su lugar en el universo, aprendió sobre los ciclos de la naturaleza y pudo medir su tiempo. Acercar a los niños a la astronomía, a los términos que se suelen usar, les abrirá esta puerta a un nuevo conocimiento: el del hombre en el universo.
Desde que el hombre ha tenido uso de razón, o quizás antes, ha observado el cielo, y de tanto mirarlo ha aprendido a interpretarlo.
Las estrellas le ayudaron al ser humano a ubicarse y a guiarse, ya fuera en el desierto, en los mares, en las selvas. Las estrellas fueron un punto de referencia, un mapa escrito en el cielo. También fue a partir de los astros que el hombre aprendió sobre los ciclos de la naturaleza y pudo crear calendario. Su detallada observación lo llevó a predecir fenómenos, como los eclipses, que le sirven para conocer más sobre el espacio.
Ahora responde:
El cuarto planeta del sistema solar (en relación al sol) y el segundo más cercano a la tierra es Marte. A este astro se le llama así por el dios romano de la guerra, Marte, que para los griegos era Ares. Se caracteriza por su tonalidad roja, dada por el óxido de hierro que predomina en su superficie.
Ahora responde:
Como Marte es uno de los planetas más cercanos a la tierra y tiene una superficie en la que se puede aterrizar, o mejor dicho, amartizar, el hombre podría visitarlo. En Marte hay volcanes, hay montañas y hay cráteres, pero no hay árboles, ni siquiera hay oxígeno. El hombre tendría que llevar todas sus provisiones. La NASA, que es la agencia del gobierno estadounidense responsable de los programas espaciales, tiene previsto que para el 2033 el hombre llegue a Marte. El tiempo de viaje sería de 7 meses. Antes de poder realizar ese viaje, los astronautas deben probar que pueden pasar mucho tiempo encerrados en una nave.
Ahora responde:
Antes de llegar a Marte, los astronautas tienen que saber a qué van y cómo será esa experiencia. Para que la vivan en su propio planeta, los científicos simularon las condiciones del viaje. Colocaron una nave espacial cerca de Moscú, Rusia, y ahí vivió durante 520 días una tripulación de seis personas. En ese tiempo solo comieron alimentos empacados, no podían salir de la nave por ningún motivo, no les llegaba luz del sol ni aire del exterior.
Ahora responde:
En el espacio no hay gravedad, la fuerza que te atrae al suelo. Por eso, los astronautas flotan en la nave: todo lo que no está atado, flota. Si abres una botella de agua, las gotas de inmediato comienzan a flotar. Si abres una bolsa de palomitas, tendrías que perseguirlas por toda la nave. ¿Te imaginas cómo es el baño en una de estas cápsulas espaciales? Es un tubo que aspira los desechos. ¿Y para dormir? Se meten en un saco y se tienen que ajustar unos cinturones para que no anden flotando dormidos por aquí y por allá.
Ahora responde:
Un astronauta de la NASA, el comandante Reid Wiseman, que ha pasado seis meses en la Estación Espacial Internacional, cuenta que flotar es increíble, pero que después de algunos días extraña tumbarse en su cama y relajarse. A veces, esto de flotar resulta cansado.
A Wiseman le parece que lo más hermoso de estar en el espacio es la vista de nuestro planeta. Dice que la imagen es emocionante, y que desde el espacio percibe a la tierra como un ser vivo que respira.
Ahora responde:
La Estación Espacial Internacional es una nave construida en la tierra y enviada al espacio. Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y otros países se unieron para construirla.
Esta estación, conocida en español como EEI, fue construida para conocer más sobre cómo se puede vivir en el espacio, cómo actúan los objetos en donde no existe la gravedad y para probar un gran número de experimentos.
La estación se provee de energía gracias a sus paneles solares que están fijados a su estructura. La EEI nunca está deshabitada: siempre hay astronautas trabajando en ella. Pero solo pueden estar algunos meses, porque no es conveniente que el ser humano pase temporadas muy largas en el espacio: por un lado, porque estar encerrado tanto tiempo en una cápsula no es bueno para la salud; y por otro, porque la gravedad afecta los músculos del cuerpo, que se ponen débiles al no hacer esfuerzo.
Ahora responde:
Si de algo podemos estar seguros, es que el sol sale todos los días. En realidad no sale de ningún lado, porque siempre está ahí. La tierra es la que gira. Cuando es de día, es porque la cara de la tierra en la que vivimos ve hacia al sol.
El sol es una estrella: es nuestra estrella, la que ilumina nuestro planeta y los demás planetas vecinos. Y no solo es la que nos provee de luz, también nos da energía. Gracias al sol tenemos vida. Este es un dato que el ser humano sabe desde hace millones de años, por eso, no es de extrañar que los dioses principales de distintas culturas sea el mismísimo sol. En el México prehispánico, Tonatiuh era el dios del sol; Helios en la cultura griega; Horus Ra en la egipcia.
Tal vez el sol no sea considerado un dios hoy en día, porque sabemos que es una estrella, pero a esa estrella le debemos nuestra existencia.
Ahora responde:
¿Cuántas canciones no ha inspirado nuestro único satélite? ¿Quién no recuerda las lunas de octubres, luminosas y enormes?
La luna la podemos ver en la noche, pero no quiere decir que en el día se vaya. Ahí sigue, pero la luz del sol no deja que la veamos.
¿Sabías que en la luna no se puede silbar? Esto es porque no hay aire, y sin aire ni un chiflidito sale.
El hombre ha pisado la luna, y ha mandado vehículos especiales para explorar, porque conocer sobre la luna, su formación, su relación en la tierra, ayuda a que conozcamos más del mundo en el que vivimos.
Ahora responde:
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía. Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido, y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna debajo de tu almohada y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito del aire de la luna para cuando te ahogues, y dale la llave de la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados a vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas.
– Jaime Sabines
Ahora responde:
Para despedirnos: la luna ha inspirado a artista, poetas, cineastas. Te recomendamos la película Wallace y Gromit: un día de campo en la Luna(se abre en una ventana nueva), en la que dos simpáticos personajes viajan a la luna para comer mucho queso.
Por
Adriana Colón