El buen diseño es como el jazz. El músico combina destreza, emociones y técnica para improvisar sobre los acordes. De manera similar, el diseñador echa mano de su intuición, creatividad y elementos técnicos como el círculo cromático; herramienta especialmente útil para gestionar uno de los elementos con mayor impacto emocional y poder persuasivo: el color.
Sumérgete en el espectro prismático con esta guía que conjunta todo lo necesario para aplicar el círculo cromático en tus diseños de manera fácil y efectiva. Hemos incluido los pasos esenciales para que obtengas resultados inmediatos y, a partir de ahí, experimentes siguiendo el llamado de tus impulsos creativos. Con un poco de práctica pronto serás un experto y elegirás con facilidad esquemas de color visualmente efectivos y agradables.
Qué es el círculo cromático
El círculo cromático es un instrumento en el que los colores se organizan y segmentan circularmente, en base a su tono o matiz. Facilita la toma de decisiones para conformar paletas cromáticas armonizadas. Dicho en menos palabras, te ayuda a identificar combinaciones “correctas”, a partir de un modelo visual de fácil uso y comprensión.
Aunque podemos encontrar variantes de rueda de colores con separaciones desde 3 (círculo cromático de colores primarios) 6 y 12 secciones o incluso un círculo cromático de 24 colores, el principio es básicamente el mismo y la secuencia siempre fluirá del verde hacia el amarillo, anaranjado, morado y azul.
Fue el mismísimo Sir Isaac Newton quien estableció, a partir de sus experimentos con prismas, los primeros modelos de círculo cromático. A lo largo de los siglos esta útil herramienta ha continuado su evolución, perfeccionando la manera en que entendemos e interactuamos con el color.
Rojo, amarillo y azul. Constituyen el fundamento fisiológico de la teoría del color, pues son los tres colores que percibimos cuando la luz impacta en los 6 millones de conos que alojan nuestros globos oculares. Son, además, colores que no se pueden obtener a partir de la combinación de otros pigmentos.
Esta capacidad humana, denominada “tricromía”, es considerada la norma para los humanos y permite percibir alrededor de un millón de colores. En los raros casos de cuatricromía, experimentada por menos del 2% de la población mundial, es posible llegar a percibir más de 100 millones de variantes cromáticas.
Son verde, anaranjado y violeta, y se obtienen al mezclar dos colores primarios en partes iguales. Son el dolor de cabeza del pintor, dada la dificultad para crearlos combinando pigmentos, ya que frecuentemente se obtiene un resultado sucio y grisáceo. Afortunadamente para ti, crear un violeta brillante o un suculento anaranjado no representa ningún problema en el mundo del color digital.
Son los nietos en esta endogámica familia cromática. Brindan las alternativas más interesantes, pues al emanar de la mezcla de colores primarios y secundarios adquieren sutileza y complejidad. Aunque sus combinaciones son prácticamente infinitas, existen seis predominantes y reciben los siguientes nombres compuestos:
Al igual que el día, el círculo cromático se parte en dos, estableciendo la división entre lo que hemos clasificado como colores cálidos y colores fríos; una división que se alimenta de factores subjetivos como las emociones e incluso factores del entorno físico, como la luz o el clima.
Van del morado al verde, pasando por la gama de azules. Se asocian a entornos naturales como el mar o el bosque y de ahí su poder para inducir sensaciones de paz. Aplícalos en diseños cuyo objetivo sea comunicar calma y serenidad, tanto en el interior, como al exterior de la persona.
Habitan en la mitad del círculo cromático que va del rosa al amarillo; incluyendo anaranjados y rojos. Son colores vivaces, asociados al calor y al fuego, que transmiten movimiento e incitan a la acción. Utilízalos para estimular y transmitir energía al receptor.
Reproduccion de color
Existen diversos modelos para crear y reproducir colores, sin embargo RGB y CMYK son los más utilizados en la industria del diseño y las artes visuales. Se les conoce también como modelo aditivo y sustractivo:
Explica la formación de color a partir de la adición de colores en un medio lumínico. Utilizado para representar el color en dispositivos digitales como teléfonos, computadoras, y pantallas de TV, es el modelo preferido en el diseño web, en donde los colores se declaran utilizando códigos alfanuméricos que representan valores RGB. Así, por ejemplo, el código #000000, que significaría Rojo = 0, Verde = 0 y Azul = 0, se interpreta digitalmente como ausencia total de luz o color negro.
Un acrónimo del que muy posiblemente has escuchado hablar. Es el modelo de color preferido para aplicaciones análogas, pues se explica a través de la sustracción de luz a partir de la mezcla de pigmentos. Ayuda a estandarizar las mezclas de tintas en procesos de reproducción de color como el sistema de impresión offset, de uso frecuente en revistas, periódicos y publicidad impresa, y basado en la separación de colores.
Ahora que sabemos que el círculo cromático no es una ruleta, ni la representación alterna de un arcoíris, llegó la hora de subirte las mangas, ajustar tu ponytail o cualquier otro ritual para poner manos a la obra.
Tip pro: Limita tu elección a no más de 5 colores y prioriza su utilización en base a tu intención comunicativa. Reducir la cantidad de colores también facilitará la reproducción de tu diseño y en algunos casos hasta lo hará más económico, especialmente tratándose de aplicaciones impresas.
El color representa uno de los elementos más poderosos para captar la atención y detonar reacciones emocionales en el receptor. Sin embargo, el significado que atribuimos a cada color puede variar entre épocas, edades, latitudes y culturas. Consulta recursos informativos para conocer los motivos detrás del rojo de RedBull®, el verde de Starbucks® o la gama variopinta del omnipresente logo de Google®.
Armonías monocromáticas
Vete a lo seguro eligiendo un color y estableciendo un esquema a partir de sus tintes, tonos y sombras, es decir, yendo de más fuerte a más claro o viceversa. Obtendrás un resultado moderno y elegante sin importunar demasiado a las neuronas; es prudente advertir que tus creaciones echarán de menos un color contrastante para brindar variación e interés al diseño. Twitter® es un excelente ejemplo de cómo utilizar correctamente las armonías monocromáticas.
Colores Analogos
Acotar la selección dentro de las variantes adyacentes de un mismo tinte es también una estrategia de probada efectividad, con la que asegurarás la correlación entre cada uno de los colores elegidos. Podemos encontrar un ejemplo de esta aplicación en marcas como Coca Cola® o British Petroleum®.
¿Has visto esas parejas en las que sus personalidades diametralmente opuestas se “completan” casi mágicamente? Así son los colores complementarios; su posición les opone en el círculo cromático y ese distancia les hace lucir sensacionales cuando van juntos. Logotipos como el de Heineken® y el de Los Lakers® de los Ángeles constituyen claros ejemplos de aplicación de colores complementarios.
Atrévete a generar “acordes” aún más complejos creando armonías a partir de un color base y los dos adyacentes de su opuesto, ¡es menos complicado de lo que parece! Los colores anaranjado, azul y verde de Fanta® constituyen un buen ejemplo de aplicación para este esquema.
Crea una triada de colores trazando mentalmente un triángulo equilátero a partir de cualquier punto en el círculo cromático. Utiliza combinaciones triádicas para ofrecer una sensación de balance; con interesantes oportunidades para comunicar fuerza a partir de sus contrastes. El logo del “hombre de acero” constituye un superejemplo de uso de armonías de tres colores equidistantes en el círculo cromático.
También conocidas como de “doble complementario”, se componen de dos juegos de colores opuestos en el círculo cromático, aunque debes designar uno como dominante. Utilízalos para brindar a tu diseño un aire de desenfado, diversidad y diversión. Ebay®, Nascar® y Google® constituyen ejemplos populares de aplicaciones visuales con cuatro colores complementarios.
Nuestra percepción del color está determinada por características fisiológicas y cerebrales que varían de persona a persona; y si a ello sumamos las diferencias entre cómo se representan los colores entre diferentes pantallas y medios de impresión, la utilidad del círculo cromático, que nos ayuda a unificar criterios y comunicarnos con mayor efectividad, resulta más que evidente.
Compruébalo aplicándolo a tus diseños en Canva. En poco tiempo harás del círculo cromático una herramienta de cabecera para elegir gamas de color perfectamente armonizadas… sin dar tantas vueltas al asunto.
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