Es una sensación extraordinaria: estar en un estudio fotográfico con ese fondo al infinito frente a ti y saber que es un lienzo en blanco donde puedes crear lo que te imagines.
Sin embargo, cuando pensamos en ese estudio normalmente le agregamos a un lado un gran signo de pesos “$” que asusta. Pero no tiene que ser así. Un buen estudio no es exclusivo de fotógrafos trabajando con grandes presupuestos. Si alguna vez te has preguntado ¿Cómo puedo montar mi propio estudio fotográfico con bajo presupuesto?, sigue leyendo. Aquí te ayudamos a lograrlo.
Hay dos cosas esenciales que debes tener claras para crear tu propio estudio fotográfico casero, y no son las que te imaginas. Estas dos cosas son más importante que las luces, difusores, reflectores y demás.
Una vez que tienes la percepción correcta de qué es lo que va a diferenciar tu trabajo, entremos ahora sí a los detalles prácticos.
Lo primero es dónde lo vas a montar. Si estamos hablando de bajo presupuesto, hay que abrirnos a las opciones que están a nuestro alcance.
Hay dos tipo de espacios a considerar: con luz natural y sin luz natural. La gran ventaja de tener un espacio con ventanas es que cuando no quieras nada de luz natural las puedes tapar. Por otro lado, en un espacio sin ventanas, tienes la limitación de utilizar solo luz artificial.
Otra pregunta importante es qué tanto espacio necesitas. Un espacio amplio naturalmente tendrá grandes ventajas:
Considerando esto, nuestra recomendación es que busques un espacio donde puedas obtener retratos de cuerpo completo con un objetivo de al menos 50 mm.
Continuando con el tema del espacio, hay un punto fácil olvidar: un vestidor.
Si vas a estar trabajando con modelos es importantísimo que siempre busques su comodidad. Un vestidor, por más pequeño y simple que sea (como un simple biombo con una silla), puede hacer un gran trabajo en este sentido. Y por lo tanto tus modelos harán un gran trabajo para ti.
Para esto no es necesario la mansión victoriana de la siguiente imagen, pero esta foto del estudio de Annie G. McDougall datada de 1888 te puede inspirar a incluir elementos en tu estudio para la comodidad de tus modelos.
Una vez que tienes el espacio destinado y libre, es hora de empezar a armar tu estudio fotográfico low cost. Empecemos por el fondo.
Tu fondo ideal debe tener un color neutral que puede ser blanco, gris o negro. Ten en cuenta que el blanco es el más versátil ya que lo puedes convertir, disminuyendo la exposición sobre él, en gris y hasta en negro (esta posibilidad va a depender del tamaño de tu estudio y sus características).
Ya que parte importante de la ecuación es ahorrar en costos, una sábana blanca y una tela negra cumplen con lo necesario para tus fondos. Si tienes para invertir un poco más, un ciclorama sería la mejor opción.
La principal desventaja de usar telas es que es casi imposible mantener tu fondo libre de dobleces y arrugas. Esto implica mayor trabajo en postproducción. Por otro lado, un ciclorama te libra de ese problema pero suele ser más delicado. Sus desventajas son que es fácil que se rompa y que no solo es más caro adquirirlo sino que dura menos.
Un fondo blanco o gris lo puedes transformar a prácticamente cualquier color que quieras con geles. Los geles son simplemente micas de colores que pones sobre tu fuente de luz para tornarla en luz de color.
Aparte de los usos creativos, los geles hacen posible equilibrar el balance de blancos (ajuste que logra una reproducción correcta de colores y evita dominantes de color) cuando estas usando luces de distintas temperaturas de color, por ejemplo, un flash, que es una luz blanca acercándose a azul, y un foco común de casa que es luz cálida.
Considerando esto, un set de geles como este es una buena adquisición para tu estudio fotográfico casero.
También hay fondos con patrones de textura que pueden resultar muy atractivos.
Para cualquier fondo que decidas usar vas a requerir una manera de colgarlo. La solución del mercado es un porta ciclorama, pero puede ser una inversión considerable. Una alternativa económica es hacerlo tú mismo.
Unos cuantos tubos comprados en Home Depot hacen perfectamente el trabajo. Aquí está la lista exacta de lo que necesitas. Puedes usar tubo galvanizado o PVC:
El armado se sobreentiende. Atornilla con taquete las flanges la pared o al techo y ¡ya lo tienes!, tu propio porta ciclorama a una mínima fracción del costo de uno comprado.
Si prefieres no fijar tu porta ciclorama a la pared o techo, puedes hacerlo de piso. Agrega:
Si tu estudio tiene ventanas es muy importante que tengas control de cuándo quieres que entre esa luz natural y cuándo no. Esto lo resuelves muy fácil con telas negras gruesas. Una tela tipo terciopelo es buena opción.
Es importante que las coloques de una manera que abarquen aproximadamente unos 30 cm más a cada lado de las orillas de tu ventana. Esto ayudará a que se filtre lo mínimo de luz posible.
Otro elemento importante para bloquear luz son las banderas. Estas te ayudarán a evitar que tus luces iluminen áreas que no quieres iluminadas.
La solución es muy sencilla: cartulina negra. Con una pinza y un tripié puedes colocarla junto a cualquier fuente de luz y bloquearla donde sea necesario. Si tu cartulina es negra por un lado y blanca por el otro, usa el lado negro hacia tu fuente de luz para evitar que funcione como rebote.
Hay dos tipos de fuentes de luz artificial: luz continua y luz de destello.
Luz continua es la que se utiliza para video, pero también se usa en fotografía. Una ventaja de la luz continua es que puedes ver en tiempo real el efecto de tu iluminación. La desventaja de estas luces es que, en general, su potencia es mucho menor a la de la luz de destello.
De las opciones económicas hay una que la mayoría de los fotógrafos hemos usado. Esta especie de campana, a la cual le puedes integrar un foco de 250 watts.
También existen unas luces continuas de LED que no son hechas específicamente para fotografía pero funcionan bien y son muy accesibles.
Esta fotografía fue creado con dos de estas luces de LED para iluminar la puerta, el sujeto y el árbol. No es de estudio pero te puede dar una idea de lo que es posible.
Las luces de destello son lo más usado en fotografía de estudio. Es en este punto donde se te pueden fugar los ahorros. Por eso aquí vale la pena recalcar: lograr una buena iluminación no se trata de tener el equipo más caro; se trata de entender y manejar bien la luz, ya sea luz natural o luz artificial.
Las primeras fuentes de luces artificiales que se suelen adquirir son flashes. La realidad es que, usados con buena técnica e inventiva, pueden ser un extraordinario elemento de iluminación, sin ser excesivamente caros y de gran movilidad.
Un flash, una vez que lo usas fuera de cámara, ya sea con el sistema integrado de sincronización que muchas marcas tienen ahora o con sistema de esclavas tipo pocket wizard, te abre un buen panorama de posibles iluminaciones.
Un ejemplo de lo que puedes hacer con un solo flash:
Si te decides a invertir tu talento en fotografía de estudio, llegará el momento en el que vas a invertir en un equipo de iluminación específico de estudio.
Entre la multitud de marcas y opciones disponibles, toma un paso atrás y compra con estrategia:
En cuanto a kits diseñados para el fotógrafo que está armando su primer estudio fotográfico, vale la pena echarle a un ojo la serie D-Lite de Elinchrome.
Hasta a los mejores les ha pasado en un inicio:
Un primer paso para evitar esto es aprender a usar los modificadores. Estos son esenciales, ya que la luz en crudo de tus flashes o lámparas de estudio producen luz dura. Esa luz hay que suavizarla. Para eso, entre otras cosas, funcionan los modificadores.
Estos son algunos de los más utilizados:
Ya que estamos hablando de un estudio casero con bajo presupuesto, vamos a simplificar las cosas. Si pudieras tener un solo modificador, ¿cuál sería?
Eric Valind(se abre en una ventana nueva), un fotógrafo basado en Nueva York, nos da su respuesta: una sombrilla.
Esto no es solo cuestión de gusto. Es una decisión muy práctica y fundamentada. Una sombrilla te funciona para una gran variedad de efectos lumínicos. Verlos a detalle va más allá del alcance del presente artículo pero veamos algunos de los usos que le podemos dar.
“Con estas técnicas puedes iluminar casi lo que sea con un solo modificador. Así que si tuviera la opción, nunca saldría de casa sin una sombrilla de fondo desmontable.” -Eric Valind
Otro elemento de iluminación que será parte esencial de tu estudio es un reflector.
Específicamente cuando estás armando tu estudio con bajo presupuesto será un elemento de gran ayuda, ya que si cuentas con un solo flash por ejemplo, un reflector puede hacer la función de una segunda fuente de luz.
Para reflectores hechos en casa sobran opciones y los resultados son bastante decentes. Básicamente cualquier superficie blanca y suficientemente lisa te sirve de reflector: cartulina blanca, unicel, una caja cortada o una sábana pueden ser todas buenas soluciones que seguro ya tienes en casa.
Si ya vas a invertir más, Roberto Valenzuela,(se abre en una ventana nueva) fotógrafo de boda y retrato, recomienda comprar uno de entre 40 y 52 pulgadas de diámetro. Una excelente opción es el reflector Omega 10 en 1 ideado por Jerry Ghionis(se abre en una ventana nueva) y fabricado por Westcott
Para ir completando tu estudio veamos qué más podrías necesitar aparte de los elementos principales que ya vimos.
Estas pinzas sirven para todo. Ya sea para sujetar tu tela de fondo, fijar tu luz continua a un tripié o poner una bandera para bloquear luz, siempre serán necesarias.
Quizá para minimizar movimiento de cámara y obtener imágenes totalmente nítidas o poder interactuar con tu sujeto en vez de estar siempre tras la cámara, un disparador remoto puede ser un gran trabajador en tu nuevo estudio. Puedes usar uno de cable o un control remoto.
También es útil para tomas donde vas a capturar acción. Se vuelve más fácil este tipo de fotografía cuando puedes tener tus ojos y atención directamente sobre lo que está pasando en el set.
Ya sea para sentar al modelo o jugar con posturas distintas, un banco común o una mesa pequeña, entre otros elementos de decoración, siempre serán útiles en tu estudio.
Queda claro: es más importante la creatividad que el presupuesto a la hora de hacer tu propio estudio fotográfico. Usa este artículo como una guía de inicio, añádele tu propio ingenio y transforma ese cuarto olvidado en tu nueva musa.
¿Qué otras soluciones creativas se te ocurren o ya has usado para armar tu propio estudio? Deja un comentario para compartir la inspiración.
Por
Nirmal Ramo